martes, 28 de septiembre de 2010

Si Gutenberg levantara la cabeza...


A menudo nos creemos inventores de la pólvora... y lo que está pasando con el mundo digital, no es una excepción. El auge de internet y las nuevas tecnologías nos está llevando a pasar por alto la importancia de la prensa escrita, la capacidad que ésta tiene de llegar a todos los hogares (españoles, por centrarnos en nuestro círculo de momento), estén donde estén, sin problemas de brechas digitales, conexiones, accesibilidad, o conocimientos...

Ya he hablado de este tema en alguna ocasion como en "Cómo acabar con los periódicos de una vez por todas", o "Ahora qué va a pasar con la comunicación" pero es que realmente es un tema que me preocupa porque no me cuadra (además de, lo confieso, una indignación puramente personal...)

Porque desengañémosnos: No todo el mundo sabe aún manejar internet, ni todo el mundo lo utiliza a diario. Todavía existen las señoras Marías que bajan a comprar el periódico y el pan, cada mañana, trabajadores que no pasan su día a día detrás de un ordenador, aquellos que entre sus rutinas, cuentan con los desayunos de domingos con periódicos y revistas, señoras que deboran revistas en la peluquería, señores que hacen lo propio en otras salas de espera...

Internet no es el único modo de informar y
hay algo que estamos pasando por alto

En el año 59 a.c. Julio César hacía circular su "acta diurna" donde informaba las acciones diarias de la República a su pueblo, porque otra cosa no sé, pero Julio César no era tonto, y quería que el pueblo supiese lo que hacía su gobierno... ¿Os suena a algo? Pues lo que digo, somos el mismo perro con distinto collar: porque la función principal del periodismo es informar. Y no informar a unos pocos, sino a todos. Y como periodistas debemos no solo creer que esto es posible, sino tratar de hacerlo posible.

En los últimos dos años hemos asistido al cierre de numerosos medios: Metro, Diario de Almeria, o 20 minutos, (que ha cerrado 8 ediciones locales), Diarios: La Opinión de Granada, Diario Equipo (Zaragoza), El Mundo Ibiza y Formentera, El Mundo Almería, El Universo de Madrid, Revistas Gala, Dossier Economic, Teleindiscreta, Zero, Ragazza, Psychologies, OK, Ideas y Negocios, ISport, La Clave, Popular Science, Ser Empresario y Gestión de patrimonios, El periódico de la construcción Gremios, PVD, Canal Digital, Sibaritas,Computer Hoy Juegos, Segundamano, Tierra... a los que hoy se ha unido el Ciberpaís que esta mañana ha anunciado que se pasa al mundo online... Un suplemento tecnológico de tirada masiva, que bien podía ayudar a educar a aquellos para los que el mundo digital es como el chino, que sabes que existe pero también que no lo entenderás nunca, queda reducido ahora precisamente a aquellos que sí saben...

¿Y qué hacen los editores ante este panorama? Regalar Dvds, cafeteras, lectores electrónicos, y lo que haga falta buscando la venta... tanto que no es la primera vez que veo a alguien comprar el periódico solo por el regalo, y tirarlo sin ni siquiera haberlo llegado a abrir a la basura.. .Creo que es evidente que la solución no va a venir por aquí, pero yo no soy experta en esos temas.

¿Y qué va a pasar ahora con los libros con la llegada del e-Book? ¿Vamos a terminar limitando también el acceso a la lectura y hacer exclusivamente para los adictos a las nuevas tecnologías? ¿se perderán los nuevos niños el placer de sentarse a leer en una esquina, de pasar cada página, disfrutar de ese tacto, superar la tentación de mirar la última página...?

En fin, qué queréis que os diga. Adoro internet y los medios sociales, pero no quiero que terminen con todo lo demás y cada vez que un medio tradicional cierra sus puertas me dan arrebatos así.

martes, 21 de septiembre de 2010

... y las nuevas formas de emitir información

En el último post "La nueva forma de recibir información" que se centraba en cómo el mundo 2.0, y en mi caso concreto twitter, ha revolucionado nuestra tradicional forma de informarnos sobre lo que sucede a nuestro alrededor, dejé como tema pendiente ver el modo en que las herramientas 2.0, la nueva forma de interactuar y en definitiva el social media ha transformado también la forma de hacer periodismo.

Y es que la "era digital" también ha cambiado el modo de trabajar de los periodistas tanto cuantitativa, como cualitativamente.

El cada vez más amplio número de diarios online y blogs de medios ha provocado que muchos de ellos tengan que producir cada vez más contenido y además de manera más rápida, movidos por el nuevo tiempo que marca la red (la inmediatez). Y por si esto no bastara, el cambio en la demanda de información ha hecho además que aumenten, de manera relevante (aunque en España aún somos comedidos) los nuevos formatos ( contenidos multimedia), que en muchos casos no sólo llevan a estos periodistas a producir más contenido, sino en un formato al que muchos de ellos no están acostumbrados.

Sumemos eso a la gestión de foros, comentarios y en definitiva, de la conversación, derivada de las diferentes plataformas donde ahora tienen que estar. (En este caso, sin ánimo de repetirme, twitter vuelve a ser la reina, (tanto para difusión - Media on twitter, o Muck Rack por ejemplo recogen medios y periodistas presentes en la red- como para recogida de información), aunque existen muchas otras, a las que además hay que sumar las redes propias de algunos medios, como Eskup en el caso de El país, o la comunidad eDirectivos de Wolters Kluwer...

¿Y que pasa con la parte cualitativa? Nada tiene que ver el periodismo de boli y libreta de Bernstein y Woodward allá por el ¿72? con las posibilidades de recabar, acceder o contrastar información que nos brinda el mundo online.

Y todo a gracias a herramientas como:

  • Las nuevas salas de prensa de las empresas: Que van más allá de un repositorio de notas de prensa, e incluyen ahora mucha más documentación, material multimedia, recursos, etc. Lo que además debe unirse a la presencia de las compañías en las distintas redes (facebook, twitter, slideshare, etc.) desde donde también podemos localizar información de interés.
  • Utilización del material generado por los usuarios anonimos (videos, comentarios, denuncias...): Cada vez son más medios los que se hacen eco de publicaciones online de no periodistas. Por ejemplo, un estudio del que se hizo eco Visión afirmaba que un 75% de los periodistas norteamericanos recurre a los blogs para buscar ideas y enfoques informativos...
  • Nuevos recursos para encontrar fuentes: Mi favorito, sin duda, New Basis, donde los periodistas pueden introducir lo que buscan, y con un simple click conectar con fuentes interesantes para contrastar la información, opinar, documentarse... Aunque hay otras como Haro o News Certified
  • Herramientas para elaborar los nuevos contenidos: ¿En video? En Make Internet TV te indica paso a paso cómo grabar y editar un video online ¿Gráficos de estadísticas? Pues usa Googel Chart Generator, ¿Foto? Hay multitud de herramientas, como Rsizr para redimensionar imágenes o Gimp (Knight Digital media center incluye numerosos tutoriales para periodistas en medios online)

En definitiva, la red se ha convertido en un mundo de infinitas posilidades para los periodistas. (Si aún queda algún rezagado, os recomiendo un libro básico para enteder el funcionamiento del 2.0, "Periodismo 2.0" de Mark Briggs, que puede descargarse gratuitamente y en español aquí )

martes, 14 de septiembre de 2010

La nueva forma de recibir información

Hace unos años, si quería estar al tanto de lo que ocurría en el mundo, mis opciones se limitaban a una aproximación básica a través de el/los periódico/s que leía nada más entrar en la agencia , y eso cuando los podía hojear de manera general y no buscando exclusivamente noticias relacionadas con los clientes (¿Os acordáis de esos servicios de clipping manual en los que escaneabas el periódico con el OCR del demonio y podías pasar media mañana entre periódicos, fotocopiadora y el dichoso programita? Ay, menos mal que la tecnología avanza...)

A decir verdad, mis opciones eran esos periódicos mañaneros y, a no ser que pusiera la radio durante el trabajo, cosa poco habitual en mí, alguna que otra rápida excursión por algún portal de noticias de los grandes periódicos. Y ya está. Así que, ante esa situación, si no había ningun compañero escuchando la radio o leyendo algún medio online en ese momento, -o no recibíamos alguna llamada que nos informara, ya podía caerse el mundo que en la agencia ni nos enterábamos. Y así pasaba la mayor parte del día, hasta que llegaba a casa y veía, en la mejor de las ocasiones, el telediario de la noche.

Sin embargo los tiempos cambian, y la tecnología y nuestros hábitos con ellos. En la vida de la agencia, por ejemplo:

  • Sustituimos el papel por la pantalla
  • Sustituimos el clipping manual por los servicios digitales y online
  • Sustituimos el fax para enviar notas de prensa al email
  • Sustituimos el bipper (quien lo tenía) por el móvil, y ahora el móvil por el smartphone
  • Sustituimos las reuniones por videoconferencias
  • Pero lo que es mejor: sustituimos nuestra tradicional forma de estar informados, por Twitter

Ya he reconocido alguna vez mi afición a twitter. Cada mañana, al llegar a la oficina, enciendo el ordenador, abro el correo y automáticamente después, abro Hootsuite para ver qué comentan los twitteros. Reconozco que gran parte del tiempo mi perfil en twitter es de lector. Abro, echo un vistazo a las novedades de mi timeline, y continuo con mis tareas, hasta que tengo un hueco para parar, retwittear lo que me interesa, leer algunos links marcados como interesantes, contestar, dialogar, y twittear como es debido.

Pero es a través de esa faceta de lector, desde donde recibo en tiempo real información sobre lo más relevante que está pasando en el mundo.

Twitter tiene cabida para todo tipo de comentarios, desde personales hasta profesionales, sobre cualquier tema posible. Hay quien utiliza twitter para relacionarse, conversar, promocionar su blog, su web, su negocio, sus últimas actividades, la conferencia que está dando en ese momento, el mosqueo que ha cogido con su compañero de al lado, o la última compra que ha hecho. Pero hable de lo que hable habitualmente, creo que poco me equivoco al decir que más tarde o más temprano, todos los usuarios de twitter comentan alguna noticia interesante del día.

Y por twitter me entero de qué hacen los políticos, de qué ocurre en mi ciudad, del estado de conflictos interenacionales, de las manifestaciones previstas o las últimas medidas del Gobierno. Pero también descubro en twitter las nuevas aplicaciones que salen, las conferencias y eventos que se organizan en torno a mis intereses, las nuevas campañas de marketing, las nuevas secciones o funcionalidades de los medios online, la publicación de estudios, informes o estadísticas, de próximos conciertos o películas, o hasta del último cotilleo del mundo del corazón... conforme va ocurriendo.

Esto no quiere decir que en mi caso Twitter haya sustituido a los medios de comunicación tradicional. Ya lo dice el último estudio de Pew Research Center cuyos datos leí ayer en Clases de periodismo: Las noticias digitales complementan las tradicionales. La TV, la radio y los periódicos impresos seguirán en nuestras vidas, pero las redes sociales y en definitiva, el conjunto de medios online, funcionan a modo de "Alerta", de "fuente de noticias" o en el caso de twitter, como un moderno, interactivo y colaborativo "acceso público a los teletipos".

Y es que yo soy de las que creen , como dijo Alan Rusbridger Director de 'The guardian' en la entrevista publicada por El País antesdeayer, que "Twitter es la herramienta periodística más poderosa que ha aparecido en los últimos 10 años"

(Y eso que solo he mencionado su utilidad como lector y dejo la utilidad de twitter para los periodistas para otro post...)

viernes, 3 de septiembre de 2010

Foursquare, o ese horror de la geolocalización


Uno de mis objetivos para estas vacaciones era desconectar, literalmente, desconectar de blogs, twitter, facebook, linkedin, etc. es decir, de todo el mundo 2.0 que tanto me apasiona, pero al que vivo enganchada diariamente. Las vacaciones son para eso, para parar y alejarse, de manera que podamos ver el cuadro con otra perspectiva.

Pero desconectarte de un mundo tan atractivo y diario como el 2.0 no es tarea fácil. Primero por las aplicaciones móviles (Sin que yo lo quisiera, en la pantalla de mi Blackberry aparecían alertas de unas redes y otras y resistirme a abrirlas no ha sido tarea fácil, pero puede conseguirse)

Y segundo, y bastante más difícil, porque por mucho que quieras alejarte, no puedes alejar también de las redes a aquellos que tienes a tu alrededor, que continúan enganchados y que, como saben que te dedicas a esto, te acribillan a preguntas tales como ¿Con qué aplicación puedo buscar en los perfiles de twitter? ¿Cómo creo un fan page? ¿Cómo funciona hootsuite...? etc, etc, etc y te dejan debatiendo entre hacer lo políticamente correcto y contestarles y las ganas que tienes de salir corriendo.

En fin, que desconectarse del todo es casi imposible. Pero a lo que iba. Una de las aplicaciones sobre la que más he oído hablar este verano ha sido Foursquare. A estas alturas supongo que todo el mundo sabe de qué se trata, pero por si queda algún despistado, diré que es un red social para compartir tu ubicación con tus contactos. Es decir, llegas a un sitio, pinchas en "Check-in" y el sistema detecta donde estás. Tú puedes añadir comentarios y valoraciones y además, vas acumulando puntos (en función del número de check-ins, de si has sido el primero en valorar un lugar, etc.) recibiendo placas y categorías (como la de Mayor, que es el que más visita un lugar).

Sin quitar mérito a la red ni discutir su utilidad para acciones de marketing (véase la campaña de El Corte Inglés, Starbucks o Domino's Pizza por ejemplo), he de decir que yo, apasionada del 2.0 y a favor normalmente de cualquier nueva red social, plataforma, etc. no puedo con Foursquare (ni con las posibilidades de geolocalización de cualquier red)

El concepto de geolocalización (patentada por google en 2005) me espanta. Que todo el mundo sepa en todo momento dónde te encuentras me parece un ataque directo a la privacidad, libertad y, en definitiva, a la intimidad que no puedo entender. Y estoy en Foursquare, porque tendré que trabajar con él, pero nunca lo haré a nivel personal. No comprendo el interés que puede tener a nivel particular ir retransmitiendo mi vida hasta tal extremo.

Quizá soy una excéptica, estoy exagerando o quién sabe, puede que cambie de opinión, no sería la primera vez. No sé si alguien se acuerda del momento en el que aparecieron los móviles y de aquella extraña sensación que suponía pensar que desde el mismo momento en el que adquirías uno de aquellos modelos gigantes y pesados y que por aquél entonces solo servían para llamar -y los más adelantados para jugar al 3 en raya- estarías disponible y controlado por todo el mundo en todo momento. Por aquél entonces yo fui una de aquellas que se negaban a tener uno, y tarde muchísimo en ceder al primero, precisamente por esas razones y miradme ahora, que no sólo tengo uno, sino dos, y sólo los apago cuando me subo a un avión (y si la nueva ley se pone en marcha, ni eso!)

Así que quizá me equivoque pero de momento, prefiero seguir moviéndome a mis anchas y dejar el 2.0 para conversar, dialogar y compartir cosas más interesantes, que el lugar desde donde lo haga.