lunes, 24 de enero de 2011

Por qué decir NO al Ghost Blogging

La necesidad y oportunidad que muchos directivos ven en los medios sociales ha llevado a más de uno a confiar en lo que se ha venido a llamar Ghost Blogging, que traducido a nuestro lenguaje más común no es otra cosa que contratar a un "negro" que suplante nuestra personalidad en la red, para que escriba y gestione nuestro propio blog.

Bien. ¿Por qué la gente acude al Ghost Blogging? Creo que principalmente son cuatro las razones que mueven a los directivos a contratar estos servicios:
  • Falta de tiempo
  • Falta de conocimientos del mundo 2.0
  • Poco interés (o incapacidad) por escribir
  • Mal asesoramiento
  • Una suma de todas las razones anteriores
Pero lo que me pregunto es si antes de contratar un Ghost blogger, estos directivos, sus compañías o sus responsables de comunicación se han parado a analizar los riesgos y las posibles consecuencias de esta usurpación consentida de su personalidad online. Y es que este tipo de actos atacan directamente la propia esencia de lo que es o debería ser un blog personal y de lo que es la comunicación en medios sociales.

Si hay algo que caracteriza a las nuevas herramientas de comunicación es la personalización y la transparencia. Gracias a los blogs, las redes sociales y las numerosas herramientas interactivas con las que contamos ahora, podemos establecer relaciones directas con todo tipo de personas, desde famosos, presidentes de compañías o políticos. La gente espera descubrir a la persona que se esconde detrás de la información, sus opiniones y su personalidad. Y hacer creer a nuestro público que trata con nosotros, cuando no lo hace, no es otra cosa que un engaño (aunque existan matices que después veremos), una estafa que en cualquier momento puede hacerse pública, con sus consiguientes consecuencias en materia de credibilidad e imagen.

Si un directivo siente la necesidad de estar presente de manera activa en el mundo online, existen otras formas más éticas y menos arriesgadas de hacerlo.
  • Pon en marcha un blog corporativo: Si quieres abrir una puerta online ésta no tiene por qué ir necesariamente de tu mano. Contratar un blogger para que hable en nombre de la empresa y traslade sus mensajes a la red, no es un engaño.
  • Si no tienes tiempo suficiente para escribir un blog con la periodicidad necesaria, puedes optar por crear un blog multi-autor con otros directivos de la compañía.
  • Si el problema es falta de conocimiento o interés por el mundo online, recuerda que "no tenemos que estar por estar". Los públicos quieren relaciones, no falsas apariencias. Hay veces que aunque esté "nuestro vecino" es preferible que no estemos nosotros. No si no vamos a ser capaces de liderar el proyecto con sinceridad y honestidad.
  • Existen otros canales que requieren menos tiempo: Quizá en tu caso sea preferible utilizar las herramientas de microblogging o participar en debates afines en las redes sociales..
Y hé aquí los matices a los que me refería antes. En función de la implicación que como autor tengamos en el blog "fantasma" se podrá tildar a este de engaño o de no. Yo no me atrevería a decir que elaborar un esquema con las ideas para un post y pedir a un experto que lo redacte, revisarlo después, modificarlo para que esté a nuestro gusto y después publicarlo, sea engaño, por ejemplo. Por eso, si quieres transmitir sus ideas a un tercero y que éste las escriba en tu blog, existen formas de hacerlo sin engañar a nadie:
  • Contratar a un redactor a quien transmitir el esquema de lo que quieres contar , coordina y aprueba todo lo que vaya a ser publicado e implícate además en el trato que tu "otro yo" da a los lectores y contactos online: De esta manera no caerías en el engaño, por un lado, y evitarías ciertos riesgos. Imagina que por un casual un conocido tuyo deja un comentario en tu blog que es contestado por tu "otro yo" como si no os conociérais de nada. Eso, además de afectar a tu relación con el comentarista en sí, puede ser el primer paso para que se desate la madeja y la existencia del Ghost Blogger salga a la luz...
  • Incluye una aclaración en la definición del blog. Algo como una nota de autor donde indiques que no eres tú quién realmente estás escribiendo el blog, pero que estás de acuerdo con todas las opiniones que emiten en él la gente contratada al efecto.
  • Incluye al redactor como co-autor: Si las ideas son tuyas y la redacción/gestión es suya, déjalo claro.
  • Pon en marcha una nueva política de comentarios: Si no tienes tiempo para responder a los comentarios de tus seguidores, recopílalos y vete dándole respuesta directamente en los nuevos post (Esta técnica por ejemplo la utiliza Paula Echevarría en su blog personal sobre moda. inlcuido en la revista Elle. Consciente de que no puede gestionar cada respuesta, Paula aclara que "Una pequeña aclaración chicas, siempre que yo escribo en el blog lo hago desde una nueva publicación, nunca entre el resto de comentarios…"
En definitiva, existen muchas maneras mucho menos arriesgadas de establecer un nuevo canal de comunicación con tus públicos sin tener que recurrir al engaño. Y como consultores, si topamos con un cliente que no tiene ninguna intención de escribir, supervisar o diseñar sus post, deberíamos saber recomendarle otras herramientas o fórmulas que le ayuden a conseguir sus objetivos sin poner en riesgo tanto su reputación como la de su compañía.