jueves, 20 de mayo de 2010

Ser consultor de comunicación... o ese estresante mundo

Ser consultor de comunicación no es fácil, y quien diga lo contrario o desconoce este mundo o miente...
No quiero decir que sea el trabajo más difícil (hay otros mucho más complicados), ni que quienes trabajamos en esto seamos mejores que otros profesionales. Nada que ver. Simplemente digo que ser consultor es un trabajo complicado, porque conlleva muchos factores que hacen de él algo apasionante, pero estresante como el que más.
Para que un consultor sea bueno tiene que ser un apasionado de su trabajo, porque si no, la responsabilidad y el estrés podrán con él. Un consultor tiene que ser en parte periodista (para detectar la información comunicable y convertirla en una noticia atractiva) y en parte vendedor (para saber cómo hacérsela llegar a los medios). Un consultor tiene que tener interés por aprender cosas nuevas, ya que cada cliente es un mundo y cuando empiezas a trabajar con ellos deberás aprender todo sobre su empresa, su sector, su ámbito... para saber de lo que hablas, y además, para aprender a utilizar y aplicar, las nuevas herramientas que van surgiendo continuamente...

Un consultor tiene que ser lo suficientemente fuerte como para transmitir con coherencia sus consejos a los máximos responsables de las empresas, y hacerse valer, pero lo suficientemente humilde como para saber cuando debe acatar lo que ellos digan (ya tengan más o menos razón). Un consultor debe ser rápido, ágil y despierto. Un consultor debe tener el cartel de "abierto las 24h" pero debe saber también poner los límites y aprender a priorizar. Un consultor debe ser creativo a la par que realista. Un consultor debe ser impaciente, pero trabajar su paciencia.
Y sobre todo, un consultor debe ser capaz de no dejarse llevar por la rutina y los convencionalismos, para aportar ideas frescas, originales y adecuadas a las necesidades de cada cliente.
De la vida de un consultor se pueden poner millones de ejemplos en los que entran en juego estos factores. Hay un caso, especialmente estresante para el consultor, que sucede a la hora de cerrar una entrevista: o "cómo no sufrir una úlcera de estómago cuando las gestiones se alargan":

Esta es la situación: Tu quieres organizar una entrevista para uno de tus clientes no por un tema de actualidad, sino una entrevista corporativa, de fondo, para explicarle en detalle cómo se encuentra la empresa, qué ha hecho o qué no, y ofrecer una visión general de la compañía.

Bien, redactas la información de base, buscas al medio más adecuado (o al que quiere tu cliente), haces las gestiones para dar con el periodista exacto al que le encaja la información y te pones en contacto con él, (le llamas, le escribes, le mandas la información...) -Hasta este momento ya has hecho de redactor, de investigador, de RRPP y de comercial. Todo en uno.- Si todo sale bien, al terminar la charla, el periodista está interesado, -has llamado su atención, le ha gustado el tema-, y entonces te dice, que "le voy a echar un vistazo a lo que me has pasado y te digo algo..." Y entonces empieza la cuenta atrás.

Tú sabes que cuentas con un plazo para cerrar esta gestión, sin embargo, el tiempo en el que periodista y tú os movéis, no es el mismo (Momento en el que entran en juego los factores de paciencia / e impaciencia). Él se lo toma con calma, se centra en el día a día, (la actualidad manda) y tú no puedes hacerlo, así que cada vez te pones más nervioso, esperas, cruzas los dedos, tamborileas en la mesa esperando una respuesta que se hace derrogar, revisas tus llamadas para ver si hay noticias, abres el correo confiando en que por fin te habrá contestado... y aunque no haya suerte, tu tienes que seguir ahí, creyendo que la información es lo suficientemente atractiva como para que salga, confiando en que no es una negativa, y entonces llamas y escribes al periodista de vez en cuando, cuidando mucho los plazos para no atosigarle, pero teniendo en cuenta que las expectativas de tus clientes también existen y están ahí, y no puedes retrasarlo más... Y si se trata entonces de uno de esos casos en los que ves que la respuesta continúa alargándose, empieza la histeria.

Comienzas a ponerte nervioso porque lo peor de todo es que ya no sabes que hacer (claro que puedes llevarte la entrevista a otro medio, puedes hacer otras gestiones mientras tanto, pero tu cliente quiere esa entrevista y la quiere ya, y tú has gastado todas tus armas esforzándote para ello, pero el periodista sigue sin cerrarte una fecha (Y tienes que ser creativo, agil, original, buscar nuevas formas para convencerle, no desesperarte, no abandonar...)
(Apunte: Me gustaría aclarar aquí que en contra de lo que mucha gente piensa no importa que el periodista sea tu amigo o no. Si son tus amigos eso te facilitara la labor incial, pero a partir de ahí, tienes que saber que tus amigos (en el ámbito personal) también son trabajadores (en el profesional, que es al que tú quieres llegar) y entonces estás en las mismas. Tu amigo te puede hacer esperar, tu amigo también tiene un jefe que tiene otras prioridades, o tu amigo es el jefe, y también las tiene... en fin... que gestionar la comunicación es algo más complicado que ser un amigo de los periodistas...)


Y la cadena es la siguiente: El cliente te mete prisa, tu jefe te mete prisa, (paciencia, humildad...) tú metes prisa al periodista, utilizas tus armas, ( y hacer de vendedor, de RRPP, ser rápido encontrando ideas...) y él... pues aunque se toma su tiempo, -que para ti es eterno y para él es lógico-, finalmente te da una fecha, la entrevista se realiza, y todos tan contentos... Pero ahí no acaba todo, porque entonces empieza la segunda espera: "¿cuando saldrá publicada?" y vuelta a empezar, y vuelta a la cadena de prisas y esperas, y vuelta a las llamadas a unos y a otros... y así, sucesivamente, hasta nunca acabar (y multiplicado por el número de cuentas que tengas en ese momento).


Y hasta que no ves la entrevista publicada, y bien publicada , tal y como esperan unos y otros, no descansas ni respiras tranquilo... aunque sea por un momento, si es que el resto de las cosas que llevas entre manos te lo permiten...

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3 comentarios:

  1. Quien ha sido, Mery?

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  2. Megui, como sabes lo que es ser consultor, ¿no será que lo eres? jeeee. Estoy completamente contigo. Ser consultor no es nada fácil, y quien diga lo contrario, se equivoca porque desconoce la profesión. Completamente conforme contigo... Son muchos los factores que nos afectan a los consultores, y para poder seguir adelante e intentar hacer cada vez mejor nuestro trabajo, porque creo que lo llevamos dentro, hemos de lidiar con muchas, muchas cosas, con muchos, muchos factores. Sí, un consultor ha de ser humilde, sí un consultor debe estar queriendo aprender o reciclarse sobre todos los sectores que toca, y también sobre las nuevas tecnologías que hoy se han convertido en más que necesaria para poder trazar temas paralelos de comunicación online SIEMPRE partiendo de una ESTRATEGIA bien pensada. Un punto esencial e importantísimo, es LA PACIENCIA, creo que sin ella más de un consultor ya hubiera dicho adiós. Y sí un consultor ha de estar implicado, ponerse retos, dar al cliente más quizá incluso de lo que pide o está estipulado en un cronograma. Está clarísimo que el cliente, tanto a un consultor como en cualquier otro profesional que le ofrece un servicio de distinta índole, lo que quiere SON RESULTADOS, y para ello has de estar en el teléfono, hablando con periodistas y no quedarte parado. Los resultados por lo general no suelen venir solos o por arte de magia, los resultados se buscan porque te mueven retos tanto personales, como la apuesta que haces porque tu cliente, se posicione lo más alto que pueda ante los medios de comunicación como referente del sector, dado que no hemos de olvidar que NOS DEBEMOS AL CLIENTE. Me pasaría horas y horas hablando sobre este interesante tema, lo sabes, pero creo que tú ya lo has dicho todo, y yo creo al menos que he aportado al menos lo que para mi básicamente es la vida de un consultor de verdad, no un consultor que es "funcionario" y no se mueve por resultados o por retos personales, sino que está ahí y si cae algún resultado cae y si no,no. Gracias por esta reflexión que has hecho, porque muchas personas desconocen lo que es este mundo, y de hacho cuando estás con las personas que te conocen te llegan a preguntar que ¿a qué te dedicas realmente para estar tan estresado o tan "en movimiento"? Y es lo que les comento... No soy brocker, pero si quieres resultados es inevitable implicarte, y el CLIENTE, se convierte en algo tuyo por lo que has de luchar dándolo todo. Un abrazo,

    Marta

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  3. jaja, Valvi, nadie en concreto, el mundo en general...
    Gracias marta por tu comentario. Ya sé yo que tú sabes (y sufres) lo que es esto...

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