Comentaba el otro día con un amigo, en uno de los miles de intentos de explicar a qué me dedico realmente, la importancia que tiene la comunicación en todos los aspectos de la vida, y por tanto, en la gestión de una compañía.
Comunicar hacia dentro y hacia fuera, comunicar hacia todos los públicos/audiencias/escenarios posibles y necesarios con los que la compañía tenga relación y comunicar como camino y estrategia para ganar solidez, cohesión, mejora y (re)conocimiento.
A la gente que no trabaja en comunicación estos conceptos suelen sonarle extraños. Consideran que comunicar es simplemente enviar notas a los medios, o aparecer en alguna publicación (y eso los que al menos ya saben que para aparecer en un periódico no tienes que pagar). Sin embargo, trataba yo de explicarle a mi amigo, comunicar es mucho más. Comunicar es establecer los puentes necesarios para que las relaciones de la compañía crezcan y fluyan, en ambas direcciones, de manera que lleven a la empresa allí a dónde quiera llegar.
A veces pienso que más que una herramienta, la comunicación es una de las principales armas que tienen las compañías para librar sus batallas. Ya lo decían Bateson y Ruesch:
"el concepto de comunicación incluye todos los procesos a través de los cuales la gente se influye mutuamente”
Lo que puede ser un peligro, pero también una gran oportunidad.
Creo que finalmente, y después de más de hora de conversación, mi amigo terminó por comprender. Pero, lamentablemente, aún nos queda mucha gente a la que convencer.
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