miércoles, 6 de abril de 2011

Como a mí me lo ha contado Juanito... o el mal periodismo

He de reconocer que escribo este post desde la indignación personal y profesional. También que lo escribo desde la creencia en la buena labor que muchos periodistas hacen. Y por supuesto, también lo escribo desde el punto de vista de agencia. (Razón por la cual exlcuiré nombres en este relato, creo que lo entenderéis).

El periodismo en el que creo consiste en dar a conocer y analizar los hechos de interés público. El periodismo en el que creo nació con vocación social, con vocación de "informar". El periodismo, en el que creo, se dedica a difundir noticias. Y el periodismo en el que creo considera noticia aquello que posee veracidad, objetividad, claridad, actualidad, generalidad e interés. Sin embargo, hay periodistas que no creen en lo mismo que yo.

He tenido la desagradable experiencia de comprobar en primera persona que hay medios que publican información falsa, con conocimiento de esa falsedad, sin arrepentimientos, sin sentimiento de culpa y sin mayores problemas. He tenido la mala suerte de comprobar cómo los fines comerciales llevan a un medio a mentir conscientemente a sus lectores. De comprobar que hay medios donde las mentiras se utilizan como moneda de trueque. Y sobre todo, de comprobar que hay periodistas que no tienen derecho a llamarse tal.

Sabemos que hay empresas que mienten a los medios. Hay compañías que no cuentan con agencias de comunicación, jefes de prensa o asesores que les aconsejen correctamente y les indiquen que nada justifica mentir a los medios. Nunca. Sabemos que a veces esas mentiras aparecen publicadas porque los periodistas también son humanos, también se equivocan, y a veces no se percatan de que la información es falsa, no pueden contrastar, o no contrastan, etc, etc. Sin embargo, jamás en toda mi carrera había dado con un medio que sabiendo que esa noticia es falsa, la publicara bajo el único argumento de "Es que me la ha pasado Juanito." y se agarrara a esta máxima como a su tabla de náufrago.

Señores periodistas, tener una fuente no es sinónimo de ser poseedores de la verdad.

De acuerdo, voy a partir de la base de que "Juanito" siempre le ha dado información real y veraz a ese medio, es una persona de confianza y tiene credibilidad. Pero si viene alguien después y te muestra todas las pruebas de que Juanito te ha mentido, ¿Sigue valiendo el argumento de "Ah... a mí es que me lo pasó Juanito y no tengo más que añadir? ¿No debería el medio rectificar? ¿No debería el medio al menos reconocer que se ha equivocado, que se la han colado, que ha habido un error y pedir perdón? ¿No debería el medio al menos sentirse avergonzado o lamentar este error?

De todos es sabido que cuando ocurrió el 11M el mismísimo por aquel entonces Presidente del Gobierno cogió él solito el teléfono y llamó al Director de un periódico de renombre asegurando que ETA había sido el responsable de los atentados. Esta llamada desató, obviamente, el caos en la redacción a escasos minutos del cierre. El Presidente tenía como fuentes a las fuerzas de seguridad. Sin embargo, las fuerzas de seguridad afirmaban que aún no tenían pruebas suficientes como para asegurar quién era el culpable. La redacción se dividió entre los que estaban a favor y los que estaban en contra. Pero el Presidente es el Presidente y nadie se imagina que pueda mentir, así que la portada se cambió a "Atentado de ETA..."

Días más tarde se descubrió que el Presidente mintió. ¿Se aferró entonces ese medio al argumento de "como a mí me llamó el Presidente me da igual la verdad y sigo afirmando que fue ETA? No. ¿Por qué? Porque hay gente que sí sabe hacer periodismo. Y hay gente que no.


4 comentarios:

  1. Es un mal trago ver cómo unos pocos hacen mal su trabajo y denigran al colectivo entero, que es lo que está pasando en la actualidad con los periodistas. Pensemos que aún hay muchos que saben hacerlo bien porque si no....;)

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  2. La_Hierbas,
    Por suerte esto no es lo habitual y hay muchos periodistas buenos, como también hay muchos medios que todavía conservan la ética.

    Pero en toda cesta aparece una fruta podrida. Qué le vamos a hacer.

    Gracias por comentar,
    saludos!

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  3. Es realmente vergonzoso que las presiones editoriales tengan más fuerza que la verdad o la objetividad.
    Pero no desesperes, María. Como dices, hay gente que todavía sabe hacer periodismo

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  4. Hola Antonio,
    Como dices, es vergonzoso, y sobre todo triste.
    Gracias por comentar!
    Un saludo

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