miércoles, 5 de septiembre de 2012

Septiembre, un segundo comienzo


Como en el fondo todos seguimos siendo niños, no hay septiembre que no regresemos con la sensación de comenzar un nuevo curso, con las ganas de rellenar nuestra mochila con bolis nuevos, cuadernos por escribir y un montón de libros que nos enseñarán cómo continuar camino. 

En mi mente cada año siempre tiene dos comienzos: un enero cargado de buenos propósitos y un septiembre que nos brinda una segunda oportunidad para conseguir aquellos que aún no hemos alcanzado.
 
Y en marketing y comunicación este reinicio se percibe de manera evidente. Los últimos trimestres de cada año las empresas se reactivan, se deciden por realizar aquellas acciones que, por exceso de precaución, quizás, no han abordado durante el resto del año, apuestan por nuevos planes, invierten lo que resta del presupuesto (este resto  es ahora bastante más escueto que en años anteriores, pero aún existe), revisan lo realizado y trabajan para alcanzar los objetivos anuales.
 
Es el momento de esforzarse aún más si cabe y trabajar duro para ayudarlas a conseguir esos objetivos. Con las aguas revueltas como están, ahora todos queremos más por menos, tenemos que sustituir costes por imaginación, conseguir destacar y diferenciarnos de la competencia globalizada siendo creativos y originales, diseñar y ejecutar acciones capaces de alcanzar ya no el bolsillo, sino el corazón de nuestro público, lidiar con las tensiones y el pesimismo que a veces se respira en el ambiente con capotes de ilusión y optimismo, con seguridad y una pizca de locura.
 
Espero que esto días hayáis cogido fuerzas para esta carrera de fondo. Yo estoy preparada.
 

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