martes, 15 de junio de 2010

Una de anuncios

Soy una apasionada de la publicidad. Cuando acabé periodismo, (mi segunda carrera terminada, pero mi tercer intento -ya que pasé 3 años creyendo que igual lo mío era la psicología, pero no-), pensé en convalidar, como haciendo encaje de bolillos, los años comunes, e invertir un año y medio más en hacer publicidad. Pero no lo hice, y me autoengañé pensando que lo podría hacer en otro momento (ahora comprendo que quizá ese otro momento nunca llegue).

Así que desde entonces, salvo alguna pequeña intrusión, me he quedado de este lado de acá de las pantallas, formando parte de esa extraña especie que en lugar de salir corriendo al baño, se queda disfrutando de los buenos anuncios (cuando son buenos), de la imaginación (cuando la hay) y del ingenio, de los buenos publicistas.

A mí modo de ver, los buenos anuncios tienen que tener un toque personal, muy vinculado al concepto de la marca. Me apasionan los anuncios originales, y cuanto más se alejen de los tópicos, mejor. Y los anuncios que te tocan la fibra emocional, ya sea en una dirección o en otra, son mis preferidos.

Os dejo aquí dos ejemplos. El primero es de Embrace Life, que ganó el New York Festivals International Advertising Award en Shanghai, Me parece la muestra perfecta de anuncio que emociona, con poco gasto, y gran creatividad.




Y por otro lado, mi campaña preferida del momento, "Optimixta" de la agencia Publicis, una apuesta arriesgada para posicionar la Mixta de Mahou como la "cerveza loca" a través historietas surrealistas, sin relación entre sí, que, indudablemente, ya tienen su marca de identidad.

De todos, he escogido esta versión, "pa la tele" muy adecuada para la época del mundial. Buenísimo!




martes, 8 de junio de 2010

¿Crisis de creatividad?

Mucho se habla de que en época de crisis se fomenta la creatividad. Nuevos modelos de negocio, nuevas soluciones, nuevos productos que estimulen el mercado... en definitiva: novedades frente a modelos obsoletos o difíciles de solventar.

También se comenta mucho que con la revolución 2.0, las empresas tienen que reinventarse y reinventar su manera de comunicar, innovando en todo momento, a través de fórmulas llamativas y sorprendentes, que sean capaz de llegar a su público en un mundo tan cargado de ruido como el que nos movemos.

Sin embargo, últimamente todo me parece que me suena a "algo".El otro día, mi amigo Ángel me comentaba, y no sin razón, que parece que al mundo se le ha acabado la creatividad (o las ganas de crear). La nueva TDT, tan llena de canales, en lugar de haberse convertido en una gran oferta de programas, parece ser un eterno bucle temporal donde solo encuentras los mismos programas en todas sus fórmulas posibles "Españoles por el mundo", "Madrileños por el mundo" "Callejeros Viajeros... un formato que tiene ya tantos nombres que es imposible crear uno sólo más (aunque seguro que lo hacen). Cambias de canal mientras sufres programas de niños prodigio cantando por aquí y por allá, programas sobre gente rica, en España o en Holywood, programas sobre casas (casoplones más bien), realities que educan a niños problemáticos, o los que redecoran tu casa o la del vecino en apenas unas horas... En fin. Todos los días los mismos formatos con distinta correa...

Con el cine ocurre lo mismo, desgraciadamente. Remakes, series reconvertidas en largometrajes, el enésimo Robin Hood... Hasta directores que adoro como Amenábar o Medem parecen haber caído en sus últimas obras en esta especie de "deja vu", de más de lo mismo, que nos está afectando.

Y en materia de comunicación, ahí estamos la agencias, tratando de ofrecer a los clientes soluciones innovadoras y estrategias novedosas, a la par que eficientes y efectivas, que les hagan llegar a sus públicos de manera directa y distinta de su competencia. ¿Pero lo logramos o acabamos irremediablemente cayendo en lo mismo? Este mundo tan conectado, que nos permite aprender continuamente de otros, descubrir otras fórmulas que se están utilizando, nuevos lenguajes o formatos... ¿Nos hace más creativos o realmente nos está llevando a un nuevo modelo de copia? Creo que esta reflexión deberíamos hacernosla cada uno, dentro de nuestro foro interno, y actuar acorde a la respuesta. Dejarnos de copias, alejarnos de las rutinas y del estilo tradicional y tratar de ver y analizar cada hecho noticiable, cada compañía y cada situación con ojos distintos, que nos permitan llegar a encontrar lo que realmente necesitan.


Pero me surge otra pregunta al hilo de ésta, ¿Es correcto buscar siempre lo nuevo, lo novedoso o nos alejamos así de fórmulas efectivas que forman parte de nuestra identidad (en este caso, la del cliente) e imagen?

¿Es lo nuevo siempre lo efectivo? En el caso de las herramientas de comunicación, por ejemplo, mi respuesta rotunda es no. Ya he hablado en varias ocasiones de las herramientas, tanto las tradicionales como las 2.0 y como decía entonces, repito ahora. No para toda comunicación son útiles las herramientas que ofrece el Social Media, como tampoco lo es una nota de prensa o un artículo de opinión para cualquier objetivo de comunicación. Cada cosa en su momento, y adecuada a la ocasión concreta.

Por eso creo que debemos dejar de obsesionarnos con la originalidad, y ser creativos, sí, pero sin perdernos, y manteniendo siempre en esos mensajes lo que nos ha hecho únicos, lo que nos identifica.